Amor y felicidad

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“Psicología del Sumak Kawsay – Buen Vivir”

Por Federico Infante Lembcke

 

“Que todos vayamos juntos, que nadie se quede atrás. Que todo alcance para todos, y que a nadie le falte nada.” Abuelos y abuelas aymara

La Carta de Ottawa para la Promoción de la Salud (1), considera los estilos de vida saludables como componentes importantes de intervención para promover la salud. «La salud se crea y se vive en el marco de la vida cotidiana…la salud es el resultado de los cuidados que uno se dispensa a sí mismo y a los demás, de la capacidad de tomar decisiones y controlar la vida propia y de asegurar que la sociedad en que uno vive ofrezca a todos sus miembros la posibilidad de gozar de un buen estado de salud”.

Los estilos de vida son procesos dinámicos que se componen de acciones o comportamientos de naturaleza individual y social. Llevan implícito un conjunto de valores y una visión del mundo. Desde el punto de vista del “bienestar”, están delimitados por factores interactuantes de riesgo y protección diversos. El estilo de vida, saludable o no, es la forma como cada uno decide vivir. Es lo que decidimos hacer con nuestro tiempo, en una sociedad determinada.

El concepto “estilo de vida” es “la forma en que se entiende la vida”. Ello en el sentido de “identidad”, “idiosincrasia” o “carácter”, particular o de grupo, expresado en todos o en cualquiera de los ámbitos del comportamiento; expresado también en las costumbres, vida cotidiana, vivienda y urbanismo, así como en las relaciones con su entorno (objetos y relaciones interpersonales).

El Sumak Kawsay, frase del idioma quechua, donde Sumak significa lo ideal, lo hermoso, lo bueno, la realización; y Kawsay es “vida”, entendida como vida digna, en armonía y equilibrio con el universo y el ser humano. En síntesis, el Sumak Kawsay significa la plenitud vital, el “buen vivir”. (2)

El Sumak Kawsay es la cultura de vida saludable indígena, sustentada en formas de organización ancestrales. Conjunto de prácticas vivenciales, es “estilo de vida” en diversas comunidades indígenas (andinas y amazónicas) que no han sido totalmente absorbidas por la transculturación o que deciden quedar relativamente al margen de la cultura occidental. La cosmovisión y el saber comunitario constituyen la base para crear en el imaginario un camino a un mundo más armónico con los congéneres y la naturaleza. Plantea particulares códigos de conducta y de ética/espiritualidad en la relación con el entorno natural y humano.

La idea del “Buen Vivir” difundida en América Latina es la expresión de una sociedad donde conviven los seres humanos entre sí y con la naturaleza. “…Es el grupo lo que importa, la familia en general, los vecinos, el clan. Todos se afanan en dar seguridad al grupo y las personas que más tienen comparten con los otros de su grupo por encima de su beneficio individual: la vida en grupo constituye una obligación permanente que se debe asumir…”. (3)

El “Buen Vivir” propone medidas de equilibrio y complementariedad entre los seres humanos viviendo en comunidad. En los Andes, por ejemplo, la “minka” es la cooperación en el trabajo como valor predominante; y la integración con la “Pacha Mama”, la Madre tierra, implica equivalencia y reciprocidad de todos los seres.

El “Buen Vivir” consiste en crear las condiciones materiales y espirituales para construir y mantener la vida armónica del hombre con la naturaleza. Por ejemplo, el “Vivir Bien o Saber Convivir” (Suma Qamaña) de los pueblos aymaras se basa en principios o saberes: alimentarse, beber, danzar, dormir, trabajar, meditar, pensar, amar y ser amado, escuchar, soñar, expresarse, caminar, dar y recibir.

 

Conductas, Acciones y Valores del Buen Vivir como elementos constituyentes del estilo de vida saludable comunitario andino-amazónico:

 

  1. El Allykawsay es el conocimiento de un conjunto de códigos de conducta ética y espiritual que modelan las acciones humanas en la relación con el entorno, los valores humanos y la visión de futuro.
  2. La Minka o Minga, antes mencionada, es un mecanismo de trabajo colectivo voluntario con fines de utilidad social o de carácter recíproco, que fomenta el ahorro, estimula el trabajo y potencializa la producción, como por ejemplo, la construcción de un canal de riego o de una edificación de carácter sagrado.
  3. El Ayni es un sistema de trabajo de reciprocidad familiar entre los miembros de la comunidad, destinado a trabajos agrícolas y al pastoreo, a las construcciones de casas y a las labores de cocina, entre otros. Consiste en los trabajos que hace un grupo de personas para ayudar a miembros de una familia, con la condición que ésta corresponda de igual forma cuando ellos lo necesiten; en retribución se sirven comidas y bebidas mientras dichos trabajos se realizan.
  4. El Makipurarina significa ayudarse mutuamente. Es “reciprocidad”. Viene etimológicamente de Maki – mano y Purarina – estrechar. Es darse la mano. Se refiere al sentido de solidaridad que los miembros de una comunidad deben expresar con sus familiares y sus vecinos. Ayuda a que los niveles de comunicación e interrelación se mantengan vigentes. Contribuye a conocerse, a reconocerse en grupo.
  5. La Yanaparina es la solidaridad entre comunidades. Motiva la cohesión y fortalece los lazos de unidad. Este valor permite que las comunidades puedan superar dificultades, logrando objetivos que sin el apoyo de las demás no se alcanzarían.
  6. El Paktakausay es el Se refiere a la estabilidad de los miembros de la comunidad, así como al equilibrio emocional que debe lograr cada uno. Dicho equilibrio constituye una garantía para que la comunicación sea horizontal y no se vea afectada por alteraciones que puedan afectar el logro de los objetivos. El equilibrio en su antigua forma procuraba garantizar el bienestar integral del individuo, la familia y la comunidad. Su desestabilización era considerada como un riesgo para el bienestar individual y comunal. Por ejemplo, si un miembro de la comunidad afectado por la pereza no participaba en una Minka para abrir un canal de riego, ésta se afectaba, debido a que esta forma de trabajo consiste en asignar ciertos tramos a cada comunidad, los cuales deben realizarse en un tiempo determinado.
  7. Wiñak Kausay es la La creatividad está regida por un mecanismo clave que se denomina el Tinkuy. El Tinkuy es la actitud de búsqueda de “innovación”. Para ello los elementos existentes se encuentran en permanente revisión o confrontación. De dicha fricción surge una nueva luz, un nuevo elemento que contribuye a superar lo anterior. El Tinkuy se simboliza en los rituales del Inti Raymi con las danzas guerreras que rememoran la confrontación de las comunidades por mantener la hegemonía de los espacios rituales. La confrontación no genera enemistad. Concluido el Inti Raymi las comunidades mantienen los lazos de apoyo y solidaridad.
  8. Samak Kausay es la Aprender a cultivar la serenidad del horizonte, de los lagos al amanecer, es una tarea de perseverancia, disciplina. Está orientado a aprender a crear mecanismos que permitan controlar acciones sin previa meditación. Un agricultor acostumbra a detenerse en medio de la jornada y respirar con profundidad, mirar su entorno, el trabajo realizado y continuar con sus labores hasta concluirlas. Cultivar la serenidad en las acciones de trabajo, de enseñanza, ayuda a que cada acto se lo desarrolle en paz y respeto hacia el otro, que en estos casos es un reflejo de nuestro yo o de lo que pretendemos transmitir.
  9. Runakay es el saber ser. Es la suma del ama killa (no a la pereza); ama llulla (no a la mentira); ama shua (no al robo). Estos valores se sintetizan en la importancia del trabajo como el eje fundamental para garantizar el bienestar individual, familiar y colectivo. Runa literalmente significa persona, humano; el runakay sintetiza la realización del ser humano. Para lograr esta dimensión es indispensable aprender a cumplir paulatinamente, todos y cada uno de los valores descritos anteriormente.
  10. Pamai: El Buen Vivir tiene una dimensión espiritual expresada en la “Sacralidad de la Vida”, que está al servicio del equilibrio para alcanzar la armonía con la comunidad divina y humana, con la naturaleza y con los ancestros. La naturaleza es considerada sagrada y el hombre como parte de ella también. El Pamai nos impulsa a contar con tiempo libre para la contemplación.

El “Buen Vivir” es interpretado por Leonardo Boff, como “ética de lo suficiente” para la comunidad y no sólo para el individuo. Una visión holística e integradora del ser humano, inmerso en la gran comunidad terrenal que incluye el aire, agua, montañas, árboles, animales… en comunión con la Pachamama (Madre Tierra), con las energías del Universo y con Dios.(5)

El “Buen Vivir” es parte del desarrollo desde la gestación del individuo. Gestación intracorporal y extracorporal que mantiene el estrecho contacto madre – bebe hasta su deambulación. Quipichar (cargar en la espalda al bebe) en las mujeres andinas, es una imagen que reseña la íntima relación madre – niño/a que está impregnada del arrullo materno, del arrullo de los vientos del campo y los espíritus; de modo que el mundo de sus relaciones va del arrullo materno a la conexión profunda con los sonidos y caricias de la naturaleza. Tempranamente percibe y comprende las correspondencias entre el canto de los pájaros, las fases de la luna, con el ciclo de siembras y cosechas. Esta actitud seguirá por el resto de su vida como mensaje de empatía y crianza recíproca a los “decires y sentires” de la naturaleza y de lo sagrado (lo digno de veneración y respeto). En el cuerpo, confluencia de tejidos y fluidos (seminales, vaginales, de sangre, agua) se instalan los sentimientos de filiación con el cosmos que los engendra y anida. La conciencia de la niñez será así una “conciencia de pertenencia y participativa” con el cosmos; donde todo acto de la naturaleza y humano está interconectado. Su “yo” será también un nosotros, y si bien hay una individuación, una diferencia entre yo y los otros, se mantiene conectado por otros cordones umbilicales a otras madres, como la tierra, la montaña, etc. De modo que su “yo”, su singularidad, su mundo interno está nutrido del nosotros, expresado en este ejemplo en el que a la pregunta: ¿quién eres?, aludirá primero a la comunidad a la que pertenece y luego dirá cómo se llama. (6)

Hay una continuidad en el estilo de vida andino amazónico, donde la vida comunitaria se constituye en un factor determinante de la identidad personal y en un potente factor protector de la salud, de carácter socio-comunitario; elemento que hemos ido perdiendo en la vida urbana moderna, organizada en poco espacio vital, competitivo, consumista, alienado, hedonista e individualista. Volver la mirada al mundo andino amazónico podría restaurarnos al nutrirnos de sus saberes ancestrales.

Bibliografía

 

  1. OMS; “Carta de Otawa para la Promoción de la Salud”, en Salud Pública Educ Salud 2001; 1 (1), 19-22; uvigo.es/mpsp/rev01-1/Ottawa-01-1.pdf‎ (30/05/2013)
  2. Wikipedia, Enciclopedia Libre;wikipedia.org/wiki/Sumak_Kawsay‎ (30/05/2013)
  3. Escobar, Arturo; decrecimiento.blogspot.com; citado por Patricio Carpio Benalcázar en “El buen vivir, más allá del desarrollo: la nueva perspectiva constitucional”; alainet.org/active/24609&lang=es‎ (30/05/2013)
  4. Ariruma Kowii, “El Sumak Kawsay”; un.org/esa/socdev/unpfii/documents/El%20Sumak%20Kawsay-ArirumaKowii.pdf‎ (30/05/2013)
  5. Boff, Leonardo, “Constitucionalismo ecológico en América Latina”; http://www.servicioskoinonia.org (30/05/2013)
  6. Rengifo Vásquez, Grimaldo; “Derechos ecológicos de la niñez andino – amazónica”; pratecnet.org (30/05/2013)