La Tecnica Respiratoria

Introduciendo la respiración como técnica fundamental para la gestión de los pensamientos y emociones, pero también para una conexión profunda con nosotros mismo.

Anthony de Mello, sacerdote jesuita y psicoterapeuta, nació en Bombay (India) en 1931 y falleció en 1987.
Fue un pionero en la relación entre psicología y espiritualidad. Escribió muchos libros sobre ambas temáticas, entre ellos, «Sadhana, un camino de oración». Como introducción a este libro:

En cierta ocasión me contó un amigo jesuita que había recurrido a un Gurú hindú para iniciarse en el arte de orar. El gurú le dijo: «Concéntrese en su respiración». Mi amigo lo intentó durante unos cinco minutos.
Después le dijo el gurú: «el aire que usted respira es Dios. Usted está aspirando y expirando a Dios. Convénzase de ello y mantenga este convencimiento».
Mi amigo siguió las instrucciones durante horas, día tras día, y descubrió para sorpresa suya, que orar puede ser tan sencillo como respirar. Además descubrió en este ejercicio una profundidad, una satisfacción y un alimento espiritual que jamás había encontrado anteriormente en la innumerables horas que había dedicado a la oración durante muchos años.

La recuperación de la respiración diafragmáticas es una de las aportaciones más importantes de la espiritualidad y la psicología oriental.

Es la respiración natural y que podemos observar en los bebes y que se conoce como «respiración abdominal», por el movimiento que se produce en el abdomen al producirse la expansión y relajación del diafragma.

La evidencia científica está demostrando que la practica de la respiración profunda, cuando expandimos nuestro pulmones, oxigena todas nuestras células y nuestro organismo. Además prevenimos la ansiedad o angustia, evitamos o minimizamos la falta de aire, las taquicardias, los dolores de cabeza, así como otros síntomas psicosomáticos de la ansiedad y el estrés.

Para poderla realizar, recomendamos respirar lentamente, inhalando durante 5 segundos, y exhalando también durante 5 segundos. Además como en el texto, podemos sentir nuestra esencia profunda al mismo tiempo que respiramos, ayudando así a tener una sensación de tranquilidad y de paz interior.
Para poder alcanzar un efecto duradero recomendamos practicarlo 5 minutos al menos, dos o tres veces al día durante tres semana.

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